Es el símbolo que mejor representa a Nuesta Señora del Amparo, atributo principal que porta la Santísima Virgen. En palabras del P. González Cantero, cura párroco de Santa María Magdalena en 1755: «En la mano derecha un corazón con alas; todo adornado de diamantes, el que es símbolo de varios sagrados significados: los dos más propios del título de esta devotísima Señora, son el primero dar a conocer aquellas ansias que su ardiente corazón tuvo en los nueve días de la expectación del parto de su Santísimo Hijo y Salvador del género humano y aun por este motivo se celebraba la festividad principal de esta imagen en el dicho misterio de la Expectación antes que se erigiese Hermandad y algunos años después de erigida, día 18 de diciembre; y dicha Hermandad trasladó dicha fiesta y novena por justas causas y motivos con aprobación del Sr. Provisor, al día grande del Patrocinio domingo primero [sic] de noviembre, por ser precisamente día de su fiesta y por ser día propio del amparo de María Santísima; y así tienen otro sentido y significación el corazón con alas que dicha Imagen tiene en sus manos: es darnos a conocer lo pronto de su Amparo y acelerada protección para todo el que la invoca según sentir común y universal de Santos Padres y como esta inclinación en María Santísima es tan propia por ser madre de todo el género humano ECCE MATER TUA, pues en este lugar y ejercicio nos la legó Nuestro Señor en el Calvario […]».