Enrique Gómez Millán
Mi refugio eres tú, refugio santo
porque es tu pecho emporio de dulzura
y porque es tu mirar todo ternura
y es tu amante expresión, sublime encanto;
porque dicen tus labios que me aman tanto
que encuentro, pecador, paz y ventura
tu inefable esperanza, la más pura
bajo el amparo tierno de tu manto.
Mi refugio eres tú, Reina y Señora,
y a tus plantas acudo en mis dolores
ofrendándote mi vida y mis amores,
mi pobre alma ruin y pecadora
al verte tan hermosa se extasía
hallando en ti refugio, ¡Madre mía!